Nuestro primer viaje en tren 🙂 Siempre disfrutaba cada vez que nos aproximábamos a una parada cuando pronunciaban las palabras… “Prossima fermata..” había algo de ese idioma que me apasionaba y todavía me apasiona, fue una pena no saber mucho de italiano, por eso hoy en día es una asignatura pendiente.
Después de unas horas de viaje ya casi llegábamos a Venecia, llovisnaba y era un día bastante húmedo, en parte estábamos acostumbrados a la lluvia pero no dejábamos de lamentarnos, porque el paisaje sería completamente diferente.

Ya estaba con mi cámara, la primer foto fue la del Gran Canal que es como la “calle principal” de Venecia. Ese día despegamos nuestros ojos del mapa y decidimos ir con la corriente, es fácil perderse un poco pero no nos preocupábamos porque cada rincón era perfecto.
No podía creer lo que eran las “calles”, simplemente pasillos señalizados, conformados por tiendas de todo tipo, los diferentes canales y sus góndolas… que por cierto también me quedó pendiente, a Guille le dije que apenas llegue a Venecia me iba a subir en una de las góndolas, entonces en un momento me ofrecen el paseo y pregunto el precio que era de 90 Euros, lo quise regatear pero no tuve suerte, como mucho me lo quiso bajar a 80, y realmente no estaba dispuesta, llevaba menos de la mitad de todo el viaje planeado y económicamente estaba ajustada, así que con mi auto-convencimiento “bueno, me queda una razón para volver” decidí no hacerlo. Un solo gusto me di en el día y fue un rico “gelato” de 4 euros que pedí apenas llegamos al Ponte Rialto 😉 que está ubicado en el centro de Venecia y junto al Ponte Scalzi, Ponte dell’ Accademia y Ponte della Constituzione son los únicos que atraviesan el Gran Canal.
Una vez que terminé de disfrutar mi helado nos fuimos hasta Piazza San Marco, que es la única plaza oficial de Venecia y desde su Campanario de la Basílica de San Marcos, se logra ver Croacia y Eslovenia.
La Basílica di San Marco es el principal templo católico de la ciudad y una de las máximas atracciones turísticas.
Después hicimos una caminata a lo largo de Riga degli Schiavoni y volvimos, aunque esta vez por otro camino, hasta la estación de tren para regresar a Milano y preparar nuestro viaje a Roma 🙂