Por supuesto, no solamente íbamos a París con la idea de ver tenis, en gran parte fue una coincidencia perfecta que supe aprovechar.
Era momento de ver uno de los centros culturales y comerciales que atrae a millones de visitantes cada año, desde estudiantes y artistas hasta turistas de todo tipo.
París es llamada de muchas formas, la ciudad del amor, la ciudad de la moda, la ciudad de las luces… Y sin duda que lo es, esa mezcla de lo histórico con lo moderno y lo típico hacen de esta ciudad una fuente de inspiración para muchas personas.
Sin pensar demasiado por dónde íbamos a comenzar el recorrido a pie, aprovechando el día perfecto, nos dirigimos hacia la Torre Eiffel http://www.tour-eiffel.fr/ (Tour Eiffel en francés. Abre todos los días pero los horarios van cambiando según la época del año).
Al contemplarla, lo primero que se me vino a la mente fueron todas aquellas películas, famosas fotografías y dibujos animados donde la vi. Encontrarme ahí, frente un símbolo representativo de una ciudad tan importante era increíble y a la vez apasionante. Compramos el boleto para subir a lo más alto por 12 euros. Para ir al primer piso sale 5 euros y para el 2do piso 8 euros. Sería una tontería, a mi manera de ver, estar en París, ir a la torre Eiffel y solo subir hasta el primer o segundo piso por ahorrarnos unos pocos euros. Así que gente, ahorrensé en otra cosa y suban hasta lo más alto de la torre 😉
Después de esperar tanto, ¡al fin era nuestro turno de subir! La vista era cada vez más asombrosa conforme íbamos subiendo en el elevador. Una vez arriba, por supuesto que se veía toda la ciudad, pero el panorama de la Plaza de Trocadero y Champs de Mars (Campos de Marte) era más que perfecta.
En cuanto a la torre Eiffel, construida en 1889 después de tantos desacuerdos populares y de la cual luego los mismos parisinos terminaron enamorados al igual que los demás visitantes del mundo, cuenta con restaurantes de lujo, lugares para tomar un café y tiendas de recuerdos, las que no recomiendo si tenés un bolsillo apretado, porque sin dudas los precios son bastante elevados. En la calle se puede encontrar a varias personas vendiendo casi las mismas cosas y, además, se pueden negociar los precios 😉
Luego de nuestro recorrido, descendimos y comenzamos a caminar por Trocadero. Tiene una de las mejores vistas de la torre y en el lugar se realizan muchos conciertos de música y exhibiciones. Los museos como ser el Museo Naval, Museo del Hombre y Museo Nacional de Monumentos Franceses, están en el interior del “Palais de Chaillot”.
