Después del paraíso de Grecia, vuelta a Milano unos días para organizarme… aprovechamos el fin de semana con Luis, fuimos a recorrer un poco la noche de Milán, con una fiesta al aire libre 🙂 Y despidiendo Italia… me encontraba armando valija para partir hacia Londres. Se me ocurrió confirmar nuevamente con aquella persona que me había dicho que me podía hospedar, que era el mejor amigo de una amiga de Seattle y gracias a Dios que lo hice, porque no iba a poder alojarme… así que ahí empezó como una especie de “desesperación” por encontrar alguien que me pueda hacer un espacio, aparte porque si bien el viaje a Grecia no gasté demasiado, el vuelo básicamente devoró gran parte de lo que quedaba en mi cuenta… y el destino que tenía pensado después de Inglaterra, que era Praga (Rep. Checa) y Hungría tuvo que ser pospuesto, así que compré un ticket con Air Comet desde Londres hasta Madrid.
En cuanto al hospedaje, recurrí a otra página web que se llama http://www.hospitalityclub.org/ que también funciona como la de couchsurfing, me la pasé mandando mails y mails… hasta que recibí uno de vuelta, de una chica de Ecuador, con la cual hasta el día de hoy sigo en conacto. Ella se ofreció a recorrer la ciudad conmigo, pero no me podía hospedar por cuestión de espacio y de reglas en el lugar donde ella se estaba quedando. Y por el lado de couchsurfing había conseguido a un chico australiano que estaba disponible por un par de días, justo me quedaba cerca de las canchas de Wimbledon y yo no tenía opción (si me tenía que quedar en hostels las 5-6 noches mi cuenta iba a quebrar jaj).
Me tomé un bus desde Milano hasta el aeropuerto de Bergamo que en ese momento eran unos 8eur aproximadamente. Al llegar fui a pesar mi valija, otra vez por encima de los 15 kilos (que es la cantidad que permiten los vuelos de bajo costo), así que empecé a sacar ropa y a encimármela… imaginate, encima que estaba a punto de quebrar tener que pagar exceso de equipaje, ni loca! jaja. Otra vez parecía el muñeco de los neumáticos michellin, con mis kilos de más en ese momento y esa ropa encimada, eso era lo más parecido a mi jaj.

Saqué algo de dinero del cajero y me puse a ver qué me podía tomar para ir al centro de Londres. Los precios del tren me parecían una locura! Mi bolsillo y yo necesitábamos un descanso pero era pedir demasiado justo en Londres!
Compré un ticket de la empresa terravisión que era lo más razonable que encontré, era eso o vivir en el aeropuerto jaja. Al momento de subir al bus me sentía un poco deshorientada por ver que manejen a la derecha y además nos exigían usar cinturón de seguridad… algo que para nosotros, los argentinos, no es muy común y tampoco en otros lugares donde ya había estado.
Al fin Londres!!!!! No podía esperar a dejar mis cosas en un lugar para recorrerla entera!
post escrito en octubre de 2011- Daiana Fernandez