Un lugar llamado Capadocia
Como esas imágenes de cuando sos chico y tus papás cuelgan en tu cuarto un avión de juguete o algo para que te entretengas en la cuna. En mi habitación había un globo aerostático de color azul en el medio del techo, colgado con un piolín de esos transparentes. Realmente parecía estar en el aire…
Nunca antes había visto uno real, siempre me preguntaba qué tan grande era realmente, cómo funcionaba y qué tan alto podía volar…
Estaba en mi lista de lugares para conocer y de pronto me encuentro despertándome con el sonido agudo de las mezquitas. Eran alrededor de las 6am en Capadocia, Turquía y nos teníamos que alistar con nuestra ropa más abrigada para uno de los momentos quizás, más increíbles de todos estos años que llevo viajando.
Capadocia o Kapadokya en turco, declarada Patrimonio Histórico de la Humanidad en 1985 por la UNESCO, es una ciudad en una región semi árida del centro de Turquía. Es quizás uno de los lugares más emblemáticos del país y muy conocida por sus formaciones geológicas de toba calcárea, que es una roca caliza, tan débil que incluso ha permitido durante siglos, que los habitantes del lugar construyan sus moradas dentro de las propias rocas.
6:35 con esa exactitud nos dijeron que nos buscaban en la puerta de nuestro hotel para llevarnos al punto donde los famosos hot air balloons (globos aerostáticos) se alzaban en el amanecer. Todavía era de noche, y después de capas de abrigo y cámara en mano nos encontrábamos a la espera.
Te buscan en tu hotel, te llevan a desayunar mientras ellos alistan los globos. De nosotras creo que se olvidaron porque nos buscaron tarde y cuando llegamos ya todos parecían haber desayunado (emoji mala onda inserte aquí).
A volar…
Llegamos con la van y esperamos adentro unos minutos mientras veíamos cómo se preparaban para el viaje. Nunca me imaginé que los globos eran tan grandes!
Hacía mucho frío pero la mañana prometía ser espectacular, el cielo estaba despejado y ya todos estaban casi listo para salir. Estaba lleno! Lleno de globos de todos los colores, no podía esperar para verlos en el aire y desde el aire.
Después de la ansiedad de sacarnos fotos con los globos aún en el piso, llegó finalmente el momento de subirnos al nuestro. Nos explicaron cómo hacer, tanto para cuando despegábamos como para cuando aterrizábamos.
Estábamos en el aire, con sólo el sonido del fuego esporádicamente para subir un poco más y apenas el murmullo de la gente. Era espectacular, la paz del lugar, cómo se veían los globos con el amanecer, juntos o separados, parecía arte, con el increíble paisaje de Capadocia con sus picos y sus montañas.
La sensación de estar subiendo y en una canasta, al aire libre! Era raro pero increíble. Esta experiencia fue y es una de las mejores de mi vida viajera y me tocó compartirla con mi mejor amiga a quien no veía desde hacía casi 4 años.
Ella trabajando en Europa, dando clases de inglés y haciendo Housesitting y yo llegaba de la cálida isla de Bali para recorrer el lado Este del viejo continente. Decidimos que Turquía iba a ser nuestro punto de encuentro y no pudo haber sido mejor…
Al finalizar el vuelo nos entregaron certificados y brindamos con sidra sin alcohol en una ronda con los organizadores y el piloto del hot air balloon.
Más info
Hay muchas empresas, muchísimas. Nosotras volamos con Kaya Balloons.
No recuerdo si fue porque era de último minuto, la realidad es que mi amiga Eve encontró esa oferta en internet. Nosotras pagamos alrededor de 96 euros cada una por el viaje de 1hr. Normalmente cuestan entre 130 y 140 euros los viajes standard.
Si por razones de clima se suspende el vuelo, se pasa al día siguiente o te devuelven el dinero.
Tratá de llevar lo menos posible y depende del clima donde lo hagas, no dejes de llevar abrigo o algo largo porque allá arriba hace frío y más durante el amanecer.
Ellos te van a mandar antes una lista con las cosas a tener en cuenta y el tipo de ropa que llevar, si no lo hacen pues deberían.